Lavado y secado
El lavado y secado de la madera son tratamientos que se realizan sobre la madera para protegerla del ataque de xilófagos y hongos.
La madera, suele ser ser lavada mediante inmersión en agua, para extraer los "taninos", que son utilizados para el curtido de pieles.
La madera, lavada o no, tiene mucha humedad por la savia del árbol, por lo que hay que reducirla antes de trabajarla. Este grado de humedad dependerá del tipo de árbol y su reducción la determinará por tanto el tipo de árbol y su posterior empleo.
Hay diferentes tipos de secado:
- Natural
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Consiste en almacenar los tableros apilados, protegidos de la acción directa de la lluvia y del sol, de forma que queden espacios libres entre ellos por los que puede circular el aire. Así se favorece la evaporación, y con ello, la eliminación de la humedad. Inconveniente: es un proceso lento que puede durar meses e incluso años.
- Artificial
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Consiste en introducir la madera en grandes cámaras (secadores), en los que se inyectan corrientes de aire caliente y seco. Este sistema es mucho más rápido y eficaz, ya que permite regular el proceso, alcanzando el grado de secado exacto. Inconveniente: Es mucho mas caro y requiere instalaciones especiales.
- Mixto
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Combina los dos procesos anteriores, primero mediante secado natural, se reduce el grado de humedad hasta aproximadamente un 20% y a continuación se procede al secado artificial para alcanzar el grado de humedad deseado.
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